El 8% de los hogares pasará frío en invierno al tener una temperatura inferior a 17º y, un 35% mantendrá la temperatura entre los 18º y los 19º, por debajo de la temperatura recomendada que al menos debería ser 20ºC.
En los últimos años, solo se ha actuado sobre el 0,8% de los edificios.
- Se debe intervenir en al menos 3 millones de viviendas para acabar con las viviendas ineficientes.
- La mejora de una sola letra en la calificación energética de los edificios puede suponer ahorros de hasta 600 euros anuales por vivienda.
- Potenciar la rehabilitación de edificios generaría entre 33 mil y 88 mil nuevos puestos de trabajo entre 2021 y 2030.
“El informe nos muestra una situación alarmante”, sostiene Borja Ribas, directivo del área de operaciones del Grupo Mutua de Propietarios, “ya que no hablamos solo de malestar térmico, sino que esta situación puede tener consecuencias adversas sobre la salud como enfermedades respiratorias, cardiacas e, incluso, mentales exacerbadas por las bajas temperaturas y el estrés que producen unas facturas de energía inasequibles”.
El informe revela la urgente necesidad de actuar sobre el parque edificatorio ya que, tras hacer un recorrido por la normativa y las estrategias españolas en materia de rehabilitación energética de edificios, se detecta que los valores de renovación del parque residencial en nuestro país son muy bajos con respecto a los de otros países de la UE. Mientras que en España en la última década se renovaban en profundidad aproximadamente el 0,8% de los edificios, en otros países como Francia o Alemania, el porcentaje se sitúa por encima del 15%.
Estos resultados, que se alinean con los recogidos en la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética 2019-2024, del Ministerio para la Transición Ecológica, revelan que la falta de adecuación de este 8% de viviendas puede ser causa directa de un exceso de mortalidad estacional y del aumento de la prevalencia de enfermedades. Temperaturas por debajo de los 20 °C, también pueden considerarse fuera del rango de confort e igualmente poco recomendables, lo que aumentaría el porcentaje de la población afectada hasta el 38%.
Además de identificar el problema, el informe señala de forma directa la solución más eficaz para acabar con él. Según el presidente del CGATE, Alfredo Sanz, “para reducir el índice de población afectada por la pobreza energética, debemos insistir en la necesidad de reducción de la demanda energética de los hogares vulnerables como medida prioritaria. Según nuestras últimas estimaciones es necesario actuar sobre 3 millones de viviendas, el 12% del parque edificado y recomendable extender estas intervenciones de rehabilitación hasta los 8 millones”.
Las intervenciones prioritarias y más eficaces
En cuanto a las intervenciones más eficaces, desde el CGATE y el Grupo Mutua de Propietarios se reitera que no existe una solución óptima única, ya que deben adecuarse a cada edificio con el asesoramiento técnico adecuado. No obstante, pese a que actuar de forma integral es lo más recomendable, en caso de que no sea posible es fundamental trabajar en la reducción de la demanda.
“No hay mayor ahorro de energía que aquella que no se necesita. Las medidas pasivas que reducen la demanda de energía son las más eficaces y duraderas en el tiempo. Se pueden conseguir con diversas estrategias, pero la más eficaz es la incorporación y/o aumento del aislamiento térmico de la envolvente. A ello se le suman otras mejoras como la reducción de puentes térmicos, la sustitución de carpinterías exteriores o la incorporación de sistemas de control solar”, asegura Sanz.