El concejal del grupo municipal de Izquierda Unida en el consistorio algecireño, José Luis Alcántara, ha girado visita en la mañana de hoy al centro de educación especial “Virgen de la Esperanza” donde ha podido comprobar in situ de la manos de los padres y madres del alumnado, el mal estado de mantenimiento que viene sufriendo este centro.
Alcántara ha manifestado que es un auténtico despropósito, que un edificio que no tiene diez años de antigüedad, esté en situación de semiabandono, con inmensas grietas donde se puede meter un brazo, matorrales altos en las “zonas verdes” del patio, sótano inundado, todo ello recordando que se trata de un centro de educación especial, cuyo alumnado requiere de una atención y de unas infraestructuras concretas, que no se pueden ver afectadas y abandonadas de esta manera.
Desde IU se recuerda que uno de los handicap del centro educativo viene determinado por la orografía del terreno, y esto es otra parte de la negra herencia urbanística del Partido Popular, que determinó en el PGOU los peores suelos para equipamiento público y el mejor suelo, para las constructoras…
“Lo primero que exigimos al equipo de gobierno es sensibilidad. Ni estos alumnos ni sus padres y madres merecen que su vida educativa se lleve a cabo en semejante situación de abandono. En segundo lugar, exigimos al equipo de gobierno que no engañe a la comunidad educativa diciéndoles que están con ellos y les apoya porque no es así. Invito al alcalde a que vaya a visitar el centro y compruebe como está el mantenimiento del mismo”
El concejal de la formación de izquierdas, ha querido recordar que su grupo municipal presentó una moción sobre el mantenimiento de los centros educativos en la ciudad y que recalcaba que es un hecho que la plantilla municipal dedicada al mantenimiento de los centros educativos de competencia municipal, no tiene la capacidad suficiente para solucionar los desperfectos y averías que, por la lógica del uso, se suceden en los colegios de Algeciras; esto provoca que se acuda primero a lo más urgente dejando los problemas menores en la lista de espera, donde finalmente se convierten en asuntos estructurales sin solución a la vista.