La Sociedad Valenciana de Pediatría (SVP) ha alertado este martes de que el 77 por ciento de los niños son perdidos de vista en solo cinco minutos o menos antes de encontrarlos flotando o sumergidos en el agua. Además, ha asegurado que el 85% de las muertes por ahogamiento en niños podría evitarse con un adecuado vallado de las piscinas y con enseñarles a nadar lo más pronto posible. La ausencia de vallas en las piscinas incrementa de tres a cinco veces el riesgo de morir por ahogamiento.
«Los menores de cinco años son los más susceptibles», ha indicado en un comunicado el doctor Vicent Modesto, jefe clínico de la UCI Pediátrica del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia y miembro de la SVP, quien ha alertado que los ahogamientos suelen suceder porque los menores «están supervisados de forma inadecuada, pues coinciden con episodios no presenciados, lo que condiciona el mayor tiempo de sumersión y peor pronóstico».
Para evitar estos accidentes, los pediatras aconsejan vigilar siempre a los menores durante el baño este verano, aprender reanimación cardiopulmonar y primeros auxilios y respetar las normas de seguridad, entre otras.
Tras la ausencia de vallado, las lesiones por sumersión son la segunda causa de muerte accidental en niños. «Cada año mueren en España entre 50 y 170 niños en estas circunstancias, sobre todo en los meses de verano», advierte el doctor Modesto. En 2017 fallecieron ahogados en España 32 menores, la mayoría chicos y por falta de vigilancia, según datos de la Asociación Española de Técnicos en Socorrismo Acuático. Más de la mitad ocurrieron en piscinas y el 15% en la playa.
El Informe Nacional de Ahogamientos de Menores (2013-2017) refleja que la Comunidad Valenciana se encuentra entre las tres comunidades más afectadas, con 21 muertes durante ese período. Tres de cada cuatro casos tienen lugar en piscinas domésticas no vigiladas y playas y el perfil del niño se corresponde con la edad de 2-4 años por un descuido en la vigilancia del adulto.
A partir de los 13 años, los accidentes se vinculan a actividades de recreo y se asocian con lesiones traumáticas como las de médula espinal, o aneurismas carotideos disecantes traumáticos, entre otros.
CÓMO PREVENIR LOS AHOGAMIENTOS EN NIÑOS
Para evitar accidentes durante los baños en playas y piscinas «es importante que los adultos a cargo de los niños no les pierdan de vista, que estén al alcance de su mano para poder evitar caídas, aunque apenas haya agua. Además, en la medida de lo posible deberán enseñarles a nadar cuanto antes para que aprendan habilidades de supervivencia en el agua», aconseja el doctor.
Según apunta, se deberán evitar los flotadores hinchables y procurar vallar de forma completa las piscinas, en caso de que sean privadas, y colocar señales de alarma. «Será preciso también evitar las carreras, las zambullidas, bañarse en zonas no vigiladas, y no tirarse de cabeza, entre otras. Por otro lado, deberán cumplirse las indicaciones de bandera roja en playas, así como otras normas de seguridad que contemplen las instalaciones», añade.
Además, es importante tener unos mínimos conocimientos de primeros auxilios y reanimación cardiopulmonar (RCP). «El rescate y la aplicación inmediata de las maniobras de RCP mejoran el pronóstico de las víctimas de ahogamiento», asegura este pediatra.
AGENCIA:EP