TARIFA. Las nuevas dependencias del Archivo Municipal Jesús Terán Gil siguen mejorando gradualmente con la incorporación de mobiliario específico y ahora también con la contratación de un profesional Archivero como es Alejandro García López.
La incorporación de este perfil específico se debe a los requerimientos de la delegación de Cultura del Ayuntamiento de Tarifa y a las facilidades otorgadas por el programa AIRE. Como se ya se conoce, Aire es la iniciativa para la actividad, impulso y recuperación del empleo. Un programa subvencionado a través del Servicio Andaluz de Empleo y del Fondo Social Europeo.
Lo cierto es que el Archivo Municipal Jesús Terán Gil ha tomado forma definitiva y aunque se está a la espera de incorporar dos vitrinas expositoras para documentos de especial importancia histórica, ya se cuenta, por ejemplo, con dos puestos de consulta. No sólo eso, las estanterías móviles agrupan ya de forma clasificada los más de diez mil legajos que han encontrado su lugar definitivo en una estancia de algo más de cien metros cuadrados. El Ayuntamiento de Tarifa persigue además profundizar en detalles como la luz apropiada para la conservación y la consulta. Ya ha mostrado preocupación por la humedad del lugar, una condición natural de la zona que ha sido atajada con la incorporación de aparatos deshumidificadores.
Y aunque sobre el espacio físico se ha avanzado mucho, no menos significativo ha sido el trabajo realizado a nivel de catalogación del material. El nuevo profesional adherido al servicio sigue desarrollando una labor ingente para la clasificación de toda la documentación distribuida en carpetas que recorren las distintas décadas de la vida administrativa local. Además, se está a la espera de incorporar un fondo local muy significativo (fondo local perteneciente al investigador tarifeño Jesús Terán Gil, quien da nombre al Archivo municipal) que ha sido donado por una familia tarifeña para formar parte del patrimonio público.
Según el delegado municipal de Cultura, Francisco Javier Terán, el siguiente paso fundamental será poder abrir el archivo a la consulta de los ciudadanos. En este sentido se seguirán procesos diferenciados según el tipo de legajo o documento al que se quiera acceder. En algunos casos, los legajos sólo podrán ser manipulados por el Archivero profesional, y, de manera generalizada, habrá que seguir un protocolo estricto de seguridad, primero por la pandemia, y después por la buena conservación de los documentos tarifeños.
El “Jesús Terán Gil” ya cuenta con la figura de un archivero profesional para administrar la dependencia municipal
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