Vendida con un buen trailer nos adentramos a un viaje por la naturaleza agreste, y su lógica dureza pero poco más. Queda patente que mucho irán al cine a ver la última película de Alejandro González Iñarritu por las magníficas secuencias elegidas para el trailer, pero el desengaño será mayúsculo. Quizás no les atraiga las malas críticas que está recibiendo la película. Iñárritu apuesta por una fotografía estupenda de la mano de Emmanuel Lubezki , magnífica pero como bien dice un viejo amigo fotógrafo en la naturaleza es fácil conseguir buenas fotos. Sin quitarle el mérito de la elección de los paisajes, de los bosques, la película deambula en una historia de superación y venganza pero que en ningún momento consigue hacerse creíble a pesar de las vísceras. DiCaprio está más que correcto, le ayuda, sin duda, el exceso de primeros planos con los que intenta decorar la película Iñárritu. Son primeros planos para demostrar la dureza del invierno americano y de lo sobrecogedor de una superación humana sin límites. Los excesos siempre resultan exasperantes y en El Renacido lo consigue, aburren. Un mismo tipo de plano, secuencia tras secuencia, intentando matizar el dramatismo sin percatarse que el guión hace aguas y es incapaz de contarnos con imágenes lo que el argumento necesita. Otro de los graves defectos de la película es el exceso en planos del horizonte, contraluces entre los árboles, nieve redundante, montañas imponentes que se mantienen en el celuloide durante segundos que al final se nos hacen eternos sin aportar nada a la película salvo el metraje destinado a ser un documental sobre naturaleza.
La falta de ritmo narrativo hace que el sopor y la necesidad de ver el final cuanto antes la conviertan en un gran fracaso que seguramente obtendrá más de un Oscar. DiCaprio cumple perfectamente y nos hace pensar en las penurias del doblaje y la fotografía de Emmanuel Lubezki hará que más de uno les vote.
Sólo para los que buscan un poco más en los documentales de naturaleza de TV2 o quieren ver los granos y heridas de DiCaprio o los que sean seguidores del intimista mundo del director ruso Andréi Tarkovski para comprobar el homenaje que le rinde Iñárritu. Ahh, sí, que vale, que lo mejor de la película sí es la batalla contra el oso.